miércoles, 22 de septiembre de 2010

Mi primer dolor.....

Hoy…no me acuerdo bien tu rostro. Pero podría describir con minuciosos detalles esos encantadores días que pasamos juntos. No recuerdo qué día, ni qué año, sólo sé que era verano, más precisamente enero, cuando mis padres decidieron dejarme pasar unos días en el campo. Si sé, que la noche anterior no podía dormir de los nervios... Qué ropa llevaría, obvio la mejor, porque más allá de que iba al medio de la nada estabas vos….y como toda adolescente enamorada debería ir preparada para la ocasión. Así fue que sin dormir, mis padres cargaron las valijas en el auto y me llevaron….
Jamás se borrará de mi alma el nerviosismo cuando pasamos la tranquera….a lo lejos veía tu  imagen…que comenzaba a ser cada vez más grande. Qué  lindo  estabas, qué  bien te sentaban los aires campechanos.
Al bajar del auto me ayudaste con mis cosas mientras todos se alistaban para comer el asado que nos esperaba. Para mi sorpresa, también estaba Mariano, tu hermano, que si bien tenía mi edad,  lo considerábamos un nene insoportable que nos seguía a todos lados.
Al terminar la tarde, mis padres se fueron y me ayudaste a  acomodar mis cosas en la habitación.
Los días pasaron como cada vez que  nos veíamos: las cabalgatas eternas al atardecer, ver quien ponía más rápido el pingo en dos patas que,  aunque me moría del miedo , lo hacia igual porque no quería quedar como una miedosa frente a vos.
Cuando llegábamos, desensillábamos los caballos, los manguereábamos, guardábamos las monturas….y me cebabas los mates más ricos que tomé en mi vida…sería porque estábamos juntos y no me importaba que estuvieran lavados y sin gusto, lo que interesaban  eran esas charlas, mate de por medio donde como si tuvieran algún yuyo raro, nos confesábamos todo.
Las caminatas eran lo mejor, ¿te acordas? Mariano siempre queria venir con nosotros y lo echábamos!!! Pobre santo !!!.  Qué molesto era para nosotros en ese momento!!
Las noches, antes de que te fueras a cosechar... cómo voy a olvidarlas !..., tirados en el pasto tratando de descubrir algunas figuras en las estrellas e inventando nombres para cada una de ellas.
Cada vez que te ibas a trabajar, te esperaba, toda la noche despierta….bue, no puedo mentirte….a veces me ponía el despertador y otras veces me tenias que despertar. Nunca entendí como podías desayunar conmigo como si hubieras dormido toda la noche.
Mientras vos descansabas, yo me iba a la pile….casi me muero el día que te apareciste porque no tenias sueño….te acordas lo colorada que me puse???
Nunca pude dejar de mirar esos hermosos ojos verdes que tenias…
Los días pasaron y nuestras charlas eran interminables, sólo se cortaban cuando nos llamaban a comer o nos retaban porque no hacíamos nada.
No voy a olvidar jamás la ultima vez que te ví, después de que llegaron  mis padres a buscarme, parado afuera de la casa subiendo mis cosas al auto, el auto arrancando y tu figura haciéndose cada vez más pequeñita.
No puedo evitar las lágrimas que en este momento brotan de mis ojitos hermosos….como vos le decías ¿te acordas? Perdón sé que no te gustaría saber que estoy llorando, pero te extraño, siempre te voy a extrañar.
 Ese verano fue uno de los mejores de mi vida.
Quedamos que nos veríamos al fin de semana siguiente, el domingo había asado familiar…
 El sábado, sonó ese maldito teléfono. Maldigo el momento que mamá lo atendió. Habías tenido un accidente, de ahí en más…no recuerdo nada, sólo se que no me dejaron verte, no pude ir a despedirte, querían que me quedara con ese recuerdo tuyo de tu cara perfecta.
Siempre creí que ibas  a ser mi primer amor, mi primer beso, el primero en todo, pero la vida me lo prohibió.
Hoy no puedo dejar de llorar mientras te escribo, la angustia que siento esta guardada desde hace años en mi alma….pero sólo quería que sepas que te recuerdo y por más que pasen los años…te extraño…
Porque se extraña lo que no se tiene.
El destino hizo que sólo fueran unas charlas en un verano y nada más…
El destino lo quiso y torció mi adolescencia…truncó mis ilusiones más tiernas. Me dio un mazazo en el alma y me dejó en la boca  muchas palabras que decirte y, tal vez, ese beso que no pudo ser…

lunes, 13 de septiembre de 2010

Aún recuerdo su mirada......

Era un día como cualquier otro. El reloj despertador no paraba de sonar y, mientras que con los ojos cerrados daba manotazos para apagarlo, el aroma a café que llegaba desde la cocina invadía todo mi pensar. No tenia ganas de levantarme. No quería. Un rato más en la cama, repasar en mi cabeza todo lo que debía hacer en el día…pero ese aroma me hizo volver a la realidad. Tenía muchos trámites que realizar. Sería un lujo poder quedarme un segundo más.

Recién había amanecido. Era la hora indicada para salir a realizar la caminata diaria. Di un salto y me levanté. Saboreé una taza de ese exquisito café. Me decidí a salir.
La tenue, pero fría, brisa acariciaba mi rostro, me enfriaba la punta de la nariz y las manos .Las coloqué en el bolsillo, apuré el paso. Comencé a juguetear con un puñado de tesoritos recolectados en otros paseos: unas cuantas piedras pequeñas y brillantes, algunas semillitas y un par de fichas de color verde encontradas en un montículo de arena a orillas del lago. De repente, como por arte de magia, resuenan en mi mente canciones infantiles cantadas por mamá. Mientras estaba concentrada cantando, me di cuenta que no era el mismo camino por el que pasaba todos los días. Pero, no me importó. Seguí ensimismada en el recuerdo mientras aceleraba mi paso.
Cuando terminé, el repertorio por mi conocido, me sentía muy cansada. Hice un esfuerzo pero llegué al pie de una de las tantas sierras que tenía a mí alrededor. Apoyé mis manos en ella y me recosté apreciando las formas de las nubes tratando de descubrir alguna imagen conocida.
De repente, comencé a sentir calor en mi mano derecha. Rápidamente la retiré y me corrí. Debo confesarles que me asusté pero era tanta mi intriga que me volví y miré. Había una pequeña hendija en la roca, por donde salía un extraño vapor con chispitas doradas. El borde estaba rodeado por muchos números. Más me intrigué. Siguiendo un impulso, raspé con la uña. Luego saqué una piedrita del bolsillo e hice lo mismo. Hurgueteé en él otra vez y encontré una de esas fichas verdes. La acerqué a la grieta y, como por arte de magia, o suerte tal vez, se introdujo sin ningún esfuerzo. Grande fue mi asombro cuando abruptamente se abrió una puerta. Sin darme cuenta me encontré ante una gran fiesta que parecía de disfraces. Les juro que no lo podía creer pero estaba allí frente a la euforia y el divertimento de tantos personajes por mí conocidos. Era como si todos hubieran salido de mis cuentos para organizar la mejor fiesta a la que yo había concurrido. Alguien me llamo la atención, no lo conocía, pero me conmovió la tristeza reflejada en la mirada de ese único ojo alicaído en el medio de su frente. Tímidamente me acerqué. El corazón me palpitaba de una manera diferente. Mi valor, que no sé de dónde lo saqué, me animó a preguntarle si me acompañaba a la pista. Al llegar, me contorneó la cintura. Entre baile y baile comenzamos a hablar. Esa mirada ya no era la misma. Me contó que se consideraba diferente, que creía no pertenecer a ese mundo mágico de hadas, princesas reyes y reinas por todos conocidos. Mientras él se sentía excluido, yo pensaba que había encontrado al hombre más dulce de la tierra.
Un sentimiento de felicidad me envolvió. Sentí tocar el cielo con las manos...
Creo que nunca me había sentido así, ¡no lo podía creer!, todo era tan maravilloso...
De pronto un grito ensordecedor hizo que volviera en mí. Era un policía que me preguntaba si estaba bien mientras me contaban de la preocupación de mis padres que hacía horas me estaban buscando.
Sólo podía escuchar .Estaba aturdida. Me dolía mucho la cabeza. Todo giraba. Parecía envuelto en una niebla que poco a poco se fue disipando.
Creo que me siento mejor desde que un joven, después de tomarme el pulso, colocó una pastilla debajo de mi lengua...
El médico desinfecta la picadura. Su ayudante recoge el arácnido regordete de sangre que tomaba sol en la cima de la piedra.
Le agradecí con la mirada mientras apenas pude balbucear alguna incoherencia.
Todo es confuso...Me arde la mano. Me quema.
El traqueteo de la ambulancia por el camino de ripios me descompone.
Todo es confuso pero...yo me siento distinta...feliz...
Aún queda en mi recuerdo esa mirada...
Ese ojo único y chispeante...
Ya mi corazón no late tan de prisa.
Un tibio bienestar me envuelve, creo que voy a dormirme. Tal vez lo reencuentre en mis sueños...

jueves, 2 de septiembre de 2010

El tiempo pasa…

Ni comprometida, ni casada, ni nada…



Si escucho detenidamente las palabras que mis amigos me dicen…debo admitir que tienen razón, pero como estoy acostumbrada, para mi no es una novedad. Si, esas vocecitas de la gente que quiero, no dejan de resonar en mi cabeza diciéndome la tragicomedia que es mi vida amorosa. Son cosas que me pasan y me pasarán. Juro que nunca rompí un espejo, no creo haber pasado por debajo de ninguna escalera, ni que me haya cruzado un gato negro por delante…pero la vida es así... o por lo menos la mía. Y cuando estoy por ser un año más sabia, porque ni loca voy a decir más vieja !!! Analizo, evalúo, hago balance y…siempre llego a la misma conclusión… El bendito cupido se quedó sin flechas tal vez,…o ciego…o se olvidó de mi. Ni hablar de San Antonio, que por más que le pida o le rece debe estar de vacaciones…porque me manda, pobre santo!!! Pero como está agotado de tantos pedidos míos ya manda lo primero que se le cruza por el camino. Y no es verdad que las palabras se las lleva el viento…mentira…las palabras no dejan de machacar mi cabecita loca, cual pájaro carpintero torturador, obligándome a recapacitar sobre mi vida comparándola con las obligaciones culturales. A ver, ¿qué problema hay si pasé los 30 y estoy sola? ¿Soy una desculturalizada? Seamos realistas!!! En el mercado hay muy poco, y la competencia es dura !!! Pero bueno, es lo que hay…y no es que sea conformista, soy realista lo que es muy diferente. Nadie quiere compromisos serios. No entiendo el porqué, si las mujeres nos criamos pensando en que el príncipe azul nos rescataría de la torre. Será que no me viene a buscar porque vivo en un ph??


Y los hombres ??? Esos seres imperfectos que desde que empiezan a buscar su objeto de amor nos comparan con sus madres…chicos…los tiempos corren…las mujeres a través del tiempo, por si no se dieron cuenta...cambiamos….hoy son contadas con los dedos de las manos las mujeres que pueden compararse con las de la generación anterior.


Algo de lo que no me quiero olvidar es de los ex...porqué vuelven?? Porque están revoloteando siempre? ?? Ya fue, no entienden que la oportunidad la tuvieron , pero la desaprovecharon, así que muchachos… no jodan, el tren ya pasó y está en otra estación.


La verdad, por más que pretenda entender el porqué de las dificultades amorosas de nuestro tiempo….no lo voy a lograr, así que seguiré intentando….obvio hay que probar….primero deberé convencerme, porque si debo ser sincera conmigo misma sigo esperando que el caballo blanco entre por el largo pasillo de mi vivienda trayéndome a ese hermoso príncipe que me salvará, pero como les conté al principio, en la tragicomedia que es mi vida, ni quiero pensar en lo que puede llegar a entrar. Creo que podría seguir escribiendo todo el día sobre los avatares y complicaciones, como así también contarles algunas de mis historietas, pero me están tocando timbre voy a salir con la frente en alto, por ahí quien les dice que a cupido se le pasó el Alzheimer y si no es así…no importa, jamás se borrará en mi la sonrisa, pensando y recordando los momentos novelescos por mi vividos y soñando con los todos los que vendrán……


Natalia Gonzalez


1/IX/2010